El jueves viajé a Cachi con un grupete que me sorprendió de entrada. Todos (2 españolas, 3 argentinas y 1 inglés) habían salido la noche anterior y tomado algo también, por lo que el aspecto que tenían a las 7 de la mañana (convengamos que esa hora no nos favorece a ninguno) no era de lo más alentador para comenzar a hablar de la fundación de Salta.
Si bien se durmieron al principio, poco a poco a medida que el sol salía y los hermosos, deslumbrantes, calmos y tan espectaculares paisajes de Salta emergían, los chicos iban sacando fotos e interesándose por lo que había alrededor. Las españolas rondaban los 25 a 28, las argentinas 19 a 21 y el inglés supongo 23/4. Lo bueno fue que preguntaban, analizaban, sacaban fotos con seso (es decir, posaban y se fijaban la luz y el marco, más allá de sacar el cartel con la localidad...). No tiraron ni un papel, no se llevaron ni una piedra que, obviamente yo les había advertido de no hacerlo, pero nunca les tuve que decir esto dos veces.
Realmente tuve un prejuicio que no los favoreció de entrada y me ratificaron que no todo está perdido, que hay mucha gente joven con materia gris y ganas de hacer cosas, que, como me dijo una de ellas, calavera no chilla y a disfrutar igual... .
Gracias chicos por refrescarme esta realidad. Y esta es una de las cosas buenas del turismo ves?. Cuando ambas partes valoran y aprenden y ven realidades diferentes que invitan a mejorar las propias, entre otras muchas más.
Estuvo muy bueno.
Abrazos
23.7.06
Nuevas generaciones
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