21.2.07

"El hombre, animal de costumbre"

... reza un conocido dicho. Es increíble cómo uno puede llegar a acostumbrarse a situaciones, hechos, rutinas, personas, modos, cultura... . Y cómo, acostumbrado uno a todo eso, hay sacudones que remueven sentimientos y ponen dudas sobre esas "costumbres".
Nada en particular que haya sacudido mi persona, sólo algunos planteos que me hacen tomar cuenta de esto, y que me mueven un poco.
Y paradójicamente, cómo, repitiendo o viviendo a diario situaciones, hechos, rutinas, personas, modos, cultura, se van haciendo más "transitables" pero nunca nos llegan a convencer... .

Sigo a la espera de respuestas profesionales, salen ofertas, me hacen entrevistas, pero hasta ahora, mucho ruido y pocas nueces.
Marzo o abril habrá novedades. Las espero con yoga y sahumerios.
Abrazos.

14.2.07

Canes

Mi amiguita Martina le deseó feliz cumpleanos a Nemín, que hoy cumple 2 años.
Yo pienso que la perra que encontró mi hermana Caro en la ruta a Lesser hace unos días, hoy ya me sonríe, así como algunos otros de la especie canina, como Filipa y Macacha.
Los dos oscuros del vecino, son tremendos hijos de perra, literal y metafóricamente, y el de enfrente, es un pierna piolísimo, que me acompaña a la parada de colectivo cuando me ve rumbear para esos lados. Aunque también me acompañaba a mis corridas por la ciclovía en los tiempos en que Fil todavía no estaba castrada, y el flaco corría a la par nuestra, a pesar de su combustible en base a polenta y osobuco magro.
Cuando volvía pasada la medianoche, del Hostal en que trabajaba, había uno de esos vagabundos, pero súper robusto, con pelo largo blanco y gris, que caminaba por la calle conmigo y escuchaba mis historias u olfateaba la noche a la par mía. Y lo mejor de todo es que yo realmente me sentía protegida esas cuadras.
Churo, no?

8.2.07

Mirar a los ojos

y saber que la mirada ingresa en el cuerpo, dejándome desnuda de defensas y de ropas. Avergonzarme por sentir esa desnudez, pero atreverme a mirar nuevamente y ser ahora yo la que ingresa en el otro.
Esperar fervientemente el mínimo roce. Un hombro cerca del mío es motivo de alerta y ruegos desesperados para que se convierta en abrazo, ansiado, que cuando toma forma, imposible es querer que no se acabe nunca. Tan sola a veces y tan contenida en ese efímero momento.
Sublime el deleite de poder acariciar manos que tocan, brazos que sostienen, cara que rie, cuello de seda... y ver su reacción, gozar ante cada caída de párpados, ante cada suspiro profundo.
Saber que esas caricias erizan emociones guardadas, protegidas, escondidas, e intentar revivirlas.
Saber que debajo de esa piel y de la mía hay pasado, presente y futuro, buscando y buscándose; temores, fracasos y heridas, pasiones, placeres y paz.
Profundo el contacto de los cuerpos, más aún cuando combinado con la mente y el corazón, se construye un camino cálido de juegos tibios, de tironeos firmes, de descubrimientos intensos, de extravíos involuntarios y encuentros intencionales... .

2.2.07

Derecha, izquierda o ambidiestra?

Ojo, no confundir con un arco, el contrario, o los dos... . Eso lo hablamos en la edición para adultos, próximamente publicable (me está favoreciendo una charla hot).
Esta semana fue de replanteo constante acerca de un tema en particular y alguien me dijo algo ayer que me dejó "con la pica": no se es feliz sólo siendo honesto y trabajador. Me habían comentado acerca de un libro "Padre rico, padre pobre", que creo trata de esto justamente. Además, también leyendo, en las tardes de ocio y lluvia, aparecen frases como: conocer los límites para traspasarlos cuando haga falta. Y más: me han dicho prejuiciosa y estructurada, y lo soy marcadamente en ciertos aspectos, mas no en otros... .
Desde hace un tiempo he hecho cosas totalmente nuevas para los preconceptos, costumbres o formas a las que venía acostumbrada y de hecho he roto varias barreras mías. Estoy contenta con eso. Sin embargo tengo muchas otras que no me están permitiendo avanzar y de hecho, actualmente me están poniendo en jaque ante algunas situaciones. No tengo miedo de correr límites, traspasarlos o pensar diferente y hasta contrariamente a la línea de pensamiento que venía manteniendo. Sí temo irme a los extremos. Es decir, haber estado en un extremo, ahora darme cuenta que existen otras cosas y permitirme hacerlas, y embalarme y pasarme.
Sin embargo, de eso se trata un poco todo esto, no?. De ir probando y cambiando y viendo a qué nos adaptamos, nos sentimos bien, estamos en paz.
Y como digo desde hace un tiempo, creo que es necesaria la oscuridad, para poder ver la luz. Y viceversa.
Ojalá ni la luz ni la oscuridad me dejen ciega.
Abrazo.