Sábado de lujo.

Con Dino Saluzzi y la Orquesta Sinfónica de Salta.
La primera parte y hasta la aparición del cuarteto de cuerdas, era una música que te transportaba. Tango fusión y jazz fusión, música sutilmente andina y mi mente que volaba por distintas imágenes: lugares y personas con las que se podía disfrutar esa serenidad. Varias veces tuve que bajar a tierra mi mente cual arriando un barrilete.
Cuando entró la orquesta, ejecutó temas de mucha mayor duración y que mis neuronas y conocimientos no están preparados para disfrutar, por lo que me parecieron invariablemente largos y no me causaron la emoción de los primeros.
Pero como resumen general, muy bueno.
Abrazos.