Mujeres manejando taxis, colectivos y trencitos turísticos y llevando adelante pescaderías (esto último con sorprendente agilidad, rapidez y conocimiento de cortes y detalles).
Españoles (ahora hombres y mujeres) que hablan demasiado fuerte, no cuidan los detalles ni las formas al hablar y son DEMASIADO susceptibles. Uno dice algo y al toque se mosquean y responden tan defensivamente que al principio asusta. Y están bastante a la defensiva en general. (Esto me recuerda a otro lugar... ).
Por lo que me comentaron y vi en unos pocos casos, no tienen sentido del humor interesante y el doble sentido no lo entienden ni lo aplican.
Los hombres no cortejan ni piropean a las mujeres, son bastante cortos. Todavía no ví cómo se comporta una mujer española, pero de lo que me contaron hombres argentinos viviendo en España, el "levante" argentino (o porteño, o rosarino), las "flipa" (las da vuelta, las pone de la cabeza).
Tipos profesionales de más de 30 que boludean como quinceañeros (dejá-vu), mujeres de más de 25 que "pelean" con el novio en escenas increíblemente "soapoperas" y pareja cuarentona de ingleses que se queja en el hotel porque una rusa, también huésped, les pidió de mala manera el cigarrillo y el encendedor (me querés decir que tiene que ver el hotel? Me podés contar por qué no resolvés vos ese problema?. Y pidió hablar con el gerente por esto!!!!!!!!!!!!!!! ).
Rusos increíblemente rudos (poco y nada en palabras españolas, pero lenguaje corporal, mirada y tono de voz que ni les cuento).
Definitivamente estoy empezando a interactuar con la sociedad que me rodea, con lo bueno y malo que eso conlleva. A veces pienso, somos todos iguales y otras veces no puedo creer encontrar impensadas diferencias.
Esta noche tuve que dormir en el sofá de arriba, porque llegué a la 1am luego de tomar sangría (que para sorpresa de todos, incluida yo, me encantó!!!) con algunas compañeras de piso, y me encontré que la gil de la rumana dejó la llave puesta por dentro en la habitación, lo que me impidió entrar. Y obviamente no se despertó. Grrrr!.
Voy a intentar dormir siesta. Quién me cuenta un cuento para que me duerma?.