Viernes como les había comentado, Opus 4 en el Huerto. Yo la verdad tenía altas expectativas y eso es peligroso. Y fue nomás, porque los hombrecitos bastante bien, pero no me hicieron sentir esa magia que me suele transmitir la música cuando se interna en mi corazón. Además, lo feo, pero feo feo, fue que empezó tarde (vaya novedad en Salta, eh?) y que dos coros demostraron su mala calidad en escena. No voy a ser sutil porque realmente mi enojo era visible e intenso. Muy desagradables al oido estos dos coros. En fin, me dí el gusto de escuchar a un grupo vocal que marcó permanencia y tendencia y además recordar viejos temas que hacía mucho no escuchaba.
Sábado por la noche, llovizna intensa y fresco, no impidió que con Mirta y Paola nos tomáramos sendos capuchinos y tostados (riquísimos!) en el cafecito del MAM. Amo ese lugar: música, ambientación, servicio y gastronomía muy buenos. Así que ahí estábamos, entre charla y charla, cuando se nos hicieron 22:30hs. y decidimos, para alivio de los mozos, retirarnos al fin.
Comentarios varios entre los que figuraron: la vida, los 30 (años por llegar, claro), hijos, padres, conocimientos, profesión, rumbos personales... . Bueno, temática de amplio espectro la nuestra.
Domingo: almuerzo a la canasta en la Soc. Italiana, en conmemoración de los 15 años de la creación de la Asociación de Toscanos. Simpático y ricas cositas para picotear.
Empiezo esta semana a preparar unos finales con una alumna de un terciario que pidió mi apoyo. Veremos cómo nos llevamos... .
Después les cuento.
Abrazo.
20.11.06
Finde
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