1.6.08

Venecia

me pareció compleja aunque aparente simple, juega de femme fatàle si se la mira fuerte o de nena con trenzas para algunas fotos. De distinguida y corrupta, de distraida y magnética. La verdad me gustó mucho. Y a la vez la encontré bastante agobiante. Que tortuoso eh?.
Siendo antagónicos con su personalidad, yo trataré de exponerles mi percepción de manera clara y sintética, para la cartera de la dama y el bolsillo del caballero. Y por si fuera poco, agregaré a esta magnífica presentación, más de 80 fotos, totalmente sin cargo, que en cualquier comercio encontrarían al doble del precio que hoy les ofrezco (San Isidro-Retiro, 45min de caos, figurita repetida).
No entré en ningún museo ni edificio de guía por el cual había que dejarse robar, excepto al campanil de la San Marcos. Era el último día y había una visibilidad intersante, por lo que acepté el trato. Saqué un pase de dos días de transporte para andar por agua en Venecia y alrededores en ciertos buses, altamente recomendable. Visité Murano, Burano y Torcello; me quedo con Burano, no tanta contaminación turística, casitas de colores (similar La Boca, pero no son conventillos). Visité los sestieris (barrios) de Venecia. La isla de La Giudecca y el sestieri de Castello no me dijeron nada. Los de Cannaregio y Dorsoduro me encantaron. Muy pocos turistas, muchos puentecitos y pequeños detalles.
Positivo en general: buena señalización y organización del transporte público, baños públicos (aunque haya que pagar 1€, no son mínimos, están aceptables en limpieza y siempre hay papel), poco tránsito a metros de los circuitos trillados, pases de transporte y cultura, toda Venecia antes de las 10am, muchos de los venecianos (y tienen ese no se qué, viste?), los detalles pintorescos, la luz natural que maquilla los paisajes de manera diferente según la hora, la historia, los mitos, las pequeñas bandas de música en los bares alrededor de la plaza, las góndolas, los traghettos (góndolas de uso no turístico)... .
Negativo en general: demasiada gente. Demasiada gente a la que el turismo responsable y cuidadoso le importa tres carajos (me enojé). Gente a la que todo pareciera importarle tres carajos. Norteamericanos hablando sobre los días que habían pasado en Florencia, en hoteles de cuántas estrellas, gente comiendo en Mc. Donald´s, Mc. Donald´s!!!!, pibas borrachas gritando estupideces en la plaza San Marcos... . No se, llega un punto en el que tanta gente haciendo lo mismo me satura. Se transita por los mismo lugares; eso provoca una degradación masiva imparable. Los puestos de souvenirs!!!!!!!!!!. El Rialto es desagradable. Los locales a veces contestan de malísima manera y es comprensible, están bastante hartos. El flujo tan grande de gente lo ví el sábado, el domingo, el lunes y el martes. Satura.
Lo bueno de ir con tiempo es dejarse perder por las callecitas y los sottoporticos. Una belleza. De alguna manera vas a ir a parar a algún lado. Me faltó conocerla de noche a esta dama algo vieja y distinguida, sabia y fuerte, magnética y libertina, sucia y rebelde.

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