10.8.11

Una generación de mierdecillas

Así como lo oyen ustedes lo oí yo. Y muchas veces lo creo. Porque me pasa, porque me quejo, porque me siento débil ante circunstancias poco favorables pero nada trágicas y muy corrientes.

Y pienso que no se trata más que de poner toda la fuerza en salir adelante, y no tanto en analizar el por qué a mí. (Challenging desafío, valga la redundancia, para una argentina criada con muchos límites y poco lugar a la iniciativa propia. Pum! palo pa´casa, toma ya)

Dos ejemplos de lo mierdecillas que podemos ser:

- Discusión sobre si es indecente dar de mamar en público. Increíble, un periódico publica un post al respecto y hay gente que comenta que le ofusca ver que mujeres dan de mamar en la cola de un súper. No entiendo que haya quienes opinen lo anterior. Pues no miren señores.

- Existencia de un puesto de trabajo (bien por el trabajo, increíble el título) de "Mediador Cultural" en piscinas públicas , para pedirle amablemente a la gente colada, que se no haga lo que se supone no debe hacer, o bien lidiar con gente de otras culturas que transgrede las reglas del recinto. Perdón? Un tratamiento especial para extranjeros o inmigrantes? Pero no es que todos debemos respetar las reglas? Entonces para el que no las respeta, por qué un tratamiento especial?

Ya no sabemos decir que no? Tanto miedo tenemos de ser cada uno lo que es?


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