21.1.07

Sábado a la noche pi, pi, pi....

Ayer salí!!!!!!. Caigan rayos y centellas, sres., porque ayer salí!!!!. Vencido mi temor al ridículo y a ser la jovata entre dos pendex q están buenísimas (léase hermana y amiga), dije: ma´sí, hoy tengo ganas de bailotear, les pregunto si ellas también. Y tenían ganas.... y lo mejor es que me dijeron: te aceptamos en el grupo!. Ja!.
Fuera de broma, compartimos la misma sintonía para este tipo de salidas y la verdad es que nos divertimos muchísimo. Uds. dirán: tanta alharaca por una salida?. Paso a explicarles: en la secundaria no fui a boliches (sábados a la noche: pelis y a dormir temprano), en los 3 años de mi abandonada carrera de Licenciatura en Análisis de Sistemas, era tanto lo que había que estudiar, que ni pensar en salir.... . Sí recuerdo que mi vieja me daba el auto y me obligaba a hacer algo distinto un sábado.... pero nada del otro mundo y deben haber sido unas 3 o 4 veces.... . Al momento de estudiar turismo, también trabajaba, por lo que aprovechaba los fines de semana a full para estudiar. Sólo en los dos últimos años que estaba de novia, sábado a partir de 18 o 19 hs. ya era vía libre para el entrenimiento y el ocio. Y una vez recibida, ya en San Lorenzo, se complicaba la vuelta (económicamente digo, una complicación de 13 o 14 pesos aproximadamente) y la gente de alrededor se fue emparejando, yo me emparejé un año y tenía salidas distintas... En fin, "los caminos de la vida, no son como yo esperaba....". Aquí estoy, en el umbral de los 30 y contándoles algo que la mayoría (me juego a todos) lo vivió con creces hace quizás una década y lo encuentra hoy trivial. Por todas las razones antes expuestas, y también porque no encontraba el grupo que "curta la misma onda", es que para mí no es trivial y que teniendo en cuenta que no es algo por lo que me desespero ni pienso en dedicarle muchos fines de semana, es que me pone contenta el haberlo hecho y disfrutado.
Estaba compartiendo localcito con nos, el plantel de Independiente, unos pendejos deshinibidos con los que las chicas bailotearon y se divirtieron. Yo, como buena chaperona (ja!) me mantuve al margen del ardor juvenil, en una amena charla a los gritos (hasta ahora tengo disminuida la audición!) con un simpático pibe, sr, muchacho, joven, mozo, hombre ¿? (ay sra. cómo se dirá hoy en día...), compartiendo recuerdos de antaño y vejestudes presentes.
Estuvo muy simpáctico.
Es todo.
Abrazos.

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