Esta manyana tuve que ir a la sección maxilofacial del Vall d' Hebron para extracción de una muela de juicio antes de que causara problemas.
Luego de preguntar donde registrados, me acerco al scanner para validar mi tarjeta sanitaria y comienzo a familiarizaría con la pantalla. Antes de que pasaran 2 segundos ya tenía a un señor mayor al lado mío. Agarro mi tarjeta y la paso por el lector, mientras me explicaba el proceso de manera muy didáctica. Yo, entre sorprendida y agradecida, solo atine a asentir ante sus afirmaciones y a agradecerle al final.
Debo confesar que en ciertas situaciones (hombres, medios de transportes públicos, cajeros), estos acercamientos repentinos me ponen un poco alerta. En este caso, en un plis plas el buen señor me había ayudado, sin yo pedirlo y agilizandome la gestion.
Guay, no?
6.10.10
Ayuda inesperada
Suscribirse a:
Entradas (Atom)