Me vine a ver pisos, retirar yerba (y no encuentro a la que tiene mi paquete que vino de Arg!) y caminarme Barcelona un poco, en mi día de descanso. Qué guay! (ja!).
Venía pensando en el tren desde Salou, un par de cosas que turísticamente hablando aquí (o en Salou, mejor dicho), son moneda corriente y por las que abrí los ojos desmesuradamente las primeras veces que estaba en contacto con ellas. A saber:
* La consigna (esta fue otra palabra que me dejó cri...cri..., encima me la dijo por primera vez un ruso, así que imaginen mi desconcierto) o maletero o lugar para las valijas, sres, se maneja con una sola llave común, a la que acceden todos aquellos que quieran entrar a colocar o sacar sus pertenencias.... . Y si quieren entrar para pegarle una miradita a las pertenencias de otros?, pregunté yo, argentinamente hablando. No, acá eso pasa muy de vez en cuando. Me respondieron. Hasta ahora, sólo nos hemos enterado de la falta de un inflador de bici, y el saqueo del "tacho" recaudador de moneditas del teléfono público que tiene el hotel, justo enfrente del maletero. Claro, los martes y sábados con recambio de 100 habitaciones se arma tal lío que los tipos hacen saltar dos cablecitos de la cabina, abren la tapa metálica y clin caja, unos 300 o 400 euros recién salidos del chanchito, todos en moneditas.
* Para estacionar el auto, en las zonas pagas, uno debe colocar el dinero que le da derecho al lugar en una maquinilla que no controla nadie y que no emite tiquet para pegar en el auto o similar. Uno sencillamente paga y listo. O no paga y listo.
* Las habitaciones dobles tienen dos plazas (decreto 1125/80, ja!) pero en dos camas twin!. Con eso flipé (es decir, no lo podía creer). Es poco común encontrar camas de matrimonio en los hoteles.
*Los rusos cuando pueden llevarse fruta del buffet del restaurante lo hacen sin drama metiéndola en bolsos de playa. Los he visto mientras desayunaba.
* Por el control de la tele, la heladerita (que no es minibar porque no tiene nada adentro), la caja fuerte de la habitación y la sala de gimnasio se paga un depósito que se devuelve al final de la estadía. Teóricamente el mismo sirve para, en caso de rotura o daño o whatever, esta plata lo cubra. Nunca se chequea eso antes de la salida del pax. Es como que el hotel se fía demasiado del pax y si existe algún problema y el huésped se pone muy "borde" (denso), listo, se llega a un acuerdo benevolente para que el lindo turista no se sienta mal.
* La masa de turismo de Salou es clase media baja, y en el hotel cayeron ingleses y galeses guarrísimos, desprolijos, sucios, gritones, maleducados. Está viajando gente de 40 o 50 años que nunca salió de su país (Inglaterra o Rusia por ejemplo) y sorprende cómo se mueven en el consumo, el cuidado, la desconfianza o el vía libre a la bebida por ejemplo. De esto último, los adolescentes holandeses dan asco.
* En el check in, holandeses e ingleses se colocan uno detrás de otro y esperan pacientes y sin decir nada, a que llegue su turno, por más de que hayan viajado 27 horas en bus o que hayan tenido retrasos de 5 horas en el aeropuerto. Rusos y españoles se colocan a lo largo de todo el front desk, con las manos sobre sus pasaportes y mirada inquisidora, esperando ansiosamente su turno.
* Las mujeres de pisos tienen la mayoría entre 10 y 20 años de trabajo en el mismo puesto.
Claro que algunas de estas situaciones son propias del hotel para el cual trabajo, pero no dejan de ser una muestra (quizás no tan representativa) de lo que ocurre en Salou.
Pasen y vean señores.
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